Byung-Chul Han y la transparencia violenta, el padrón nacional de usuarios de telefonía móvil

El aumento de delitos vinculados a las tecnologías de la información y comunicación van en aumento, es verdad, pero esta no es razón para que surjan leyes que violan la privacidad del ciudadano y por las que cada día el sesgo de la libertad se disminuye en el entorno de la sociedad. Byung-Chul Han, en su libro «La sociedad de la transparencia», emite su opinión al respecto y afirma que «Ningún otro lema domina hoy tanto el discurso público como la transparencia», lo cual utilizamos en todas partes desde ciudadano en redes sociales como la autoridad hacia la ciudadanía, el problema es cuando la autoridad le pide a la ciudadanía ser más transparente con su privacidad y datos personales.

Hace ya algunas semanas entró en vigor la iniciativa en la que las Instituciones de Crédito le exigen al usuario bancario compartir su geolocalización para poder rastrear los movimientos crediticios y de cuentas de banco personal, por supuesto no solo esos datos se están capturando, sino que además se llevan la dirección IP y al usuario bancario lo señalan y le quitan sus datos personales, su privacidad al saber qué tipo de movimiento, cada y por qué cantidades las está realizando, ¿el pretexto? la disminución de lavado de dinero, cuando sabemos todos que este tipo de delito se comente comúnmente con dinero en efectivo. 

Ahora la ocurrencia es crear el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, quienes tenemos que compartir a la autoridad federal, el número de telefonía, la fecha y hora de la activación de la tarjeta SIM, nombre completo, denominación o razón social, nacionalidad, numero de identificación con fotografía (INE) o el CURP del titular de la línea, datos biométricos tales como iris o huellas dactilares ya sea del titular o del representante legal, domicilio completo del titular o del representante legal, datos de la empresa concesionaria, esquema de contratación de la línea y los avisos firmados por el titular. 

El mismo Byung-Chul Han afirma que «La coacción de la transparencia nivela al hombre mismo hasta convertirlo en un elemento funcional del sistema. Ahí está la violencia de la transparencia…» por lo que la transparencia que nos pide la autoridad por medio de estas iniciativas, es violenta y en vez de ayudar, nos está hundiendo y nos está dejando a la postre tanto del gobierno, como de las personas que en un tipo de premonición personal, roben esta base de datos y la hagan pública en un futuro no muy lejano, tal como ha sucedido con bases de datos como la del INE y la de la RENAUT.

Deja una respuesta