La transparencia es un tema trascendente y muy importante en los distintos niveles de Gobierno. Desde el IFAI en la Federación, hasta los Institutos en los Estados y Municipios de la entidad federativa de que se trate.
Actualmente las Tecnologías de la Información deben ser parte importante en este tema, cuanto más que existen infinidad de aplicaciones en los distintos sistemas computacionales por los cuales se puede intentar el acceso a la información, por lo tanto ese no es el problema, aún cuando según el INEGI desde el 2012 hay por lo menos 40’916,394 usuarios de Internet, de los cuales 33’202,186 son usuarios mayores de 12 años, esto es, personas que de alguna manera pueden tener acceso a cualquier tipo de información, el detalle es que el sujeto obligado pueda o quiera enfocarse para llamar la atención del usuario a información pública y mantenerlo informado, ya no como un Derecho Humano, sino para que el usuario lo vea como un diario acontecer y conocer a las autoridades que lo administran, le legislan y dictan derecho dentro del mismo Estado.
Falta un poco de voluntad política, conocimiento en temas de informática y un poco de ingenio de parte de sujeto obligado, porque aunque el Instituto regulador de la transparencia se encuentre en ánimo y a la escucha del ciudadano par sancionar al sujeto obligado, si este no resuelve por medio de la Unidad de Transparencia ponerle ingenio, voluntad y conocimiento al asunto, puede ser sancionado, y vera al Instituto como un ente sancionador, cuando en realidad este debería ser catalogado y visto como un ente de apoyo para no solo cumplir con la norma, sino como un valor agregado, apoyar en el tema y ser parte del crecimiento en transparencia de la mano de las tecnologías de la información, siendo este el caso.
El principio de Transparencia dentro de la Ley, es la «búsqueda de la máxima revelación de la información, mediante la ampliación unilateral del catálogo», por lo tanto, como antes mencione, no es porque la Ley no sea clara, en este caso el ingenio para cumplir con la máxima revelación se puede dar por medio de Kioskos con sistema públicos, Redes Sociales, Páginas Web bien construidas y perfectamente asesoradas, desde el punto de vista técnico y jurídico, haciendo que el Gobierno Electrónico funcione correctamente en México, cosa que no se ha logrado realmente, aún cuando hay intentos semi-exitosos dentro de la Administración Pública, Autoridad Legislativa y Poder Judicial, pero no terminan de consolidarse por la falta del binomio Técnico-Jurídico.