Construyendo Democracia con Tecnología y Privacidad

Las democracias modernas exigen una mayor participación del ciudadano. Ese que se levanta cada mañana para mover el mundo, para dar un poco de sí para su familia, en pos de una mejora económica sustancial, en pos de un aprendizaje académico, profesional y laboral.

No podemos dejar en manos, solamente del Gobierno las decisiones importantes, es por eso que tenemos que tener una participación más activa, ya sea como Asociación Civil, como profesionistas, como colaboradores o en algún papel que trascienda de manera importante.

Ya se vio este fin de semana, fuera de comentarios que puedan surgir alrededor del Huracán Patricia, que si cooperamos con las indicaciones de expertos, podemos salvaguardar nuestras vidas y las vidas de los que queremos. No se trata de decir si fue una exageración, sino el punto es si participamos, y en este caso lo hicimos, fuera del impacto meteorológico, lo rescatable es la participación ciudadana.

En cuestiones de privacidad, tecnologías de la información, transparencia y acceso a la información, nos toca ser partícipes constantes de las decisiones que tomamos para poder salvaguardar nuestra integridad como sociedad y gobierno.

Con la llegada del Big Data es imposible diferenciar cuando es personal el hecho de violar nuestra privacidad, o cuando ya se está en peligro de perder nuestra democracia en manos de terceros, llámese iniciativa privada, o la misma autoridad.

Esto lo podemos corroborar con los artículos 189 y 190 de la Ley Federal de Telecomunicaciones, en donde se autoriza a los proveedores de Internet a desprotegerlo nuestros datos, ya sea por persecución de algún delito, o en persecución de algún asunto de carácter, administrativo, fiscal, civil o de cualquier materia que provenga de un pronunciamiento judicial.

Nosotros como sociedad y democracia en aprendizaje, necesitamos trabajar hacia nosotros mismos, para poder respetar el hecho de que la privacidad, la protección de datos y demás derechos consignado en la constitución se respeten, desde la ciudadanía hacia el Gobierno y viceversa.

La tecnología va cambiando día a día, y nos da miles de millones de posibilidades para ser una mejor ciudadanía, pero también debemos de trabajar para que por medio de ellas se trabaje en la privacidad de las personas, cuestión que es ignorada por cuentos de miles de negocios en México y que nosotros aportamos nuestra parte para que así sea. Por lo tanto, observemos y tomemos decisiones inteligentes en pos de ser una mejor sociedad de la tecnología, salvaguardando nuestros datos, privacidad y personas para que como democracia demostremos que seguimos creciendo en base a estos temas.

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